Odio
POEMAS


Odio el no poder ser más,
El querer y no ser,
El obsceno deseo insaciable por el hambre de ser más,
La desproporción entre quien lo intenta hasta por sacrificio, su cuerpo dar y dejar de ser por algo que no pudo ser.
¿Cuántos no han dado todo por el mundo en sus manos tener?
Pero ningún segundo es contado como Dios, sino simplemente como un semidiós que a nadie causa querer.
Todos amamos la gloria,
Y más yo, que busco inmortalizar mi ser en la memoria.
¿Quién no daría todo por ser eterno? Y ganarle al momento de su presencia pasajera en la tierra, dejando huella que prevalezca hasta que la llama de Prometeo perezca.
¿Quién, por alcanzarlo todo, no dejaría su cuerpo destrozado si a partir de aquello gloria eterna en el Valhalla de los dioses terrenales?
¿Quién puede decir que no, si hasta el más insensible de todos ha deseado darlo todo por satisfacer el deseo de entregarlo todo a quien ama?
¿Qué será del soberbio que ama a sí mismo más que el héroe que daría su vida por la de todos, mientras que quien anhela el poder daría el mundo por sí?
¿Es este un villano? ¿O es quien lleva al límite lo que todos deseamos hacer: darlo todo por obtener la grandeza de ser inmortales en la leyenda de quienes alcanzaron el cielo sin tener alas, o de quien nadó hasta el fondo del mar y salió sin necesidad de respirar?
Amo lo que busco y busco lo que amo.
¿Cuál es el daño de dejarlo todo?
Si nada vale más que lo que uno quiere,
Y por mi valor dejaría de ser para así haberlo logrado todo.
Encontrar lo que amo,
Y así engañar a este universo soberbio.
Seré quien en la memoria de todos quede como quien engañó al más poderoso.
Siempre seré más grande, pues mi legado siempre será el de quien, con un cuerpo de hombre, logró ser más que un grano de sal en la playa de olas de tiempo y arena de eternidad.